Buey de mar: Cancer pagurus

El buey de mar es un crustáceo decápodo, braquiuro, reptador de la familia de los Cancridade. Es un animal bentónico que habita en fondos marinos mixtos, arenosos y rocosos, principalmente en las grietas y agujeros de las rocas, en profundidades de entre los 1 y 30 metros, accediendo a mayores profundidades en los meses de invierno. Los ejemplares de mayor tamaño se pueden encontrar a profundidades de hasta 100m.

Receta de croquetas de centolla o buey de mar gallegos

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Las croquetas son uno de los platos más codiciados y uno de los referentes de la cocina de aprovechamiento, un plato originario de la cocina francesa que se ha hecho un hueco en nuestras casas gracias a su cremoso relleno de bechamel y el picadillo de diferentes ingredientes envueltos en un rebozado de huevo y pan rallado, donde una correcta fritura nos garantizará unas croquetas doradas y crujientes con un aroma y un sabor delicioso.

Un plato donde la imaginación juega un papel fundamental a la hora de seleccionar los ingredientes de su relleno, anímate a experimentar nuevos sabores e introducir alimentos como pescados y mariscos gallegos, añadiéndole un plus de sabor y calidad a este ya de por sí delicioso plato. Las croquetas de centolla gallega o de buey de mar gallego son la elección ideal para lucirnos ante nuestros comensales, con un poco de paciencia a la hora de extraer la carne de estos magníficos crustáceos podremos saborear un plato con un sabor excepcional.

En la pescadería online Coyomar te ofrecemos la posibilidad de comprar la centolla gallega o el buey de mar gallego frescos o cocidos por nosotros en nuestras instalaciones. Si quieres disfrutar el sabor de un buey de mar gallego o de una centolla gallega recién cocida, solo tienes que seguir unos sencillos pasos que te explicamos en nuestra sección de recetas, en el artículo sobre cómo cocer una centolla gallega o cómo cocer un buey de mar y los tendrás en su punto exacto de cocción para saborear una carne tersa y con un delicioso sabor, sabor a marisco gallego recién cocido.

Ingredientes 

  • 1 centolla gallega o un buey de mar gallego de 1 kg (será necesario 200 gr de carne desmigada)
  • 50 gr de aceite de oliva virgen extra
  • 50 gr de mantequilla
  • 1 cebolla pequeña
  • 100 gr de harina
  • ½ l de leche entera o semidesnatada
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Nuez moscada
  • Para el rebozado y fritura:
  • 2 huevos
  • Pan rallado 
  • Aceite de oliva virgen

Preparación 

  1. Retira toda la carne de la centolla gallega o del buey de mar gallego una vez cocidos, prestando especial cuidado de no introducir restos del caparazón. Reserva la carne junto con los jugos de su interior.
  2. Añade la mantequilla y el aceite en una sartén honda o en una cacerola antiadherente, cuando esté caliente añade la cebolla cortada muy finamente, una pizca de sal y un poco de pimienta negra, removiendo hasta que la cebolla esté pochada.
  3. Añade la harina e intégrala con la cebolla, removiendo lentamente hasta que esté dorada, aproximadamente unos 2 minutos.
  4. Incorpora la leche y el jugo del marisco removiendo continuamente con unas varillas para evitar que se hagan grumos, ponemos a fuego medio/bajo sin parar de remover y añadimos un poco de nuez moscada. Cuando comience a espesar, añadimos la carne de la centolla gallega o del buey de mar gallego, rectificando el punto de sal si es necesario, removiendo constantemente durante unos 10-15 minutos.
  5. Cuando empiece a hervir, retira la masa del fuego y extiéndela en una fuente para que enfríe a temperatura ambiente, tapando la superficie con papel film plástico para que no se forme costra. Otra opción en introducir la mezcla en una manga desechable. Guárdala en la nevera durante un mínimo de 4-6 horas antes de empezar a moldear las croquetas.
  6. Coge porciones de masa con una cuchara y dales la forma deseada modelando en la palma de la mano, o si has escogido la manga desechable, corta la punta y estira la masa sobre una superficie lisa, cortando las croquetas al tamaño deseado. 
  7. Pasa las croquetas por el huevo batido y después por el pan rallado, colócalas en una bandeja e introduce en el frigorífico durante unos 15 minutos para que se enfríen y así evitar que se rompan en el momento de freírlas.
  8. La fritura es muy importante para obtener unas buenas croquetas. Añade suficiente aceite en un cazo o sartén profunda de tal modo que las croquetas queden completamente sumergidas en el momento de freírlas. El aceite debe estar caliente, pero sin humear, entre 170-180ºC, de este modo se formará una corteza crujiente que impedirá que se rompa y salga el contenido de su interior. Vamos añadiendo croquetas en pequeñas cantidades para evitar perder temperatura y las vamos girando para obtener una fritura homogénea, durante un minuto o menos, hasta obtener una croqueta doradita. Retiramos y colocamos en una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

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Puedes realizar variaciones en el rebozado de las croquetas dándoles un toque diferente sustituyendo el clásico pan rallado por panko, copos de maíz o maíz frito triturados, cereales o semillas que le darán un toque más moderno y divertido a este plato tan tradicional.

Las croquetas son un plato que puedes congelar y saborear más adelante, para ello coloca las croquetas, ya rebozadas y separadas unas de las otras, en un tupper o una bandeja en la zona más fría del congelador. Una vez congeladas las introducimos en una bolsa de congelación donde habremos anotado la fecha. Las croquetas se mantienen durante 3 meses en congelación.

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Gema Pazos Sieira
Responsable Departamento Calidad y seguridad alimentaria, Coyomar.
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